Esta noche ha viajado oníricamente a Florencia.
Allí, en su sueño, conoció a unas santidades con las que, ni corto ni perezoso, se dispuso a aprender. Su ambición era llegar a ser santo para ver su nombre en ese calendario que hay encima de la mesa de los Joacoles, en la tele. Solo en el sueño, claro, porque Gasparín tiene de santo lo que su mamá de calladita.
Y cuando despertó.....se zampó un botillo y se fue fue a pasear bajo los negrillos.
¡¡Qué bien, qué bonito!!...y Mi Romino!....siempre he creido (no es la mejor palabra) siempre he pensado que era un pecaorrrrr...
ResponderEliminarCuando despierte, tócale los bajos y cerciórate de si está "mojadito", él suele soñar con ninfas y tener sueños húmedos....pero ¡no lo bañes! dice la Mamma que se deshilacha y se quedará como Papi Er Joaqui......