miércoles, 20 de junio de 2012

Los Rominos van a solfeo

A los Rominos les gusta la música. Tanto, que no se resignan a quedarse en melómanos y se han decidido a tomar clases de solfeo. ¡Los muy brutos se creían que el primer día iban a tocar el clavicémbalo, la tuba, el ciscornio, el cimbalón, el salterio, o, como poco, el triangulito!
Pues no. Ahí están, con el clásico xilofón que a su mami le traían los Reyes todos los años para que tocase de oído el "Funiculí funiculá" y que todos los años rompía concienciudamente para ver si el próximo tenía una guitarra entre los regalos. Quería una Fender Stratocaster o una Fender Mustang, pero le trajeron una guitarra española, bastante mala y cuya funda olía a goma revenía, así que...ahora solo toca las narices del prójimo.
Pero ellos...¿no son un encanto?

Más parece una saltadora de pértiga.


 La Chica pidió ayuda y se pusieron en plan remeros del Volga. Ella, llevando la batuta. No, el palitroque.
 ¡A ver si no es grande el boniato del palitroque!
Gasparín acabó escondiéndose entre el manglar porque le daba vergüenza desafinar. Propia y ajena.

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